En primer lugar, un mensaje para cualquiera que se sienta solo en estos momentos: No estáis rotos, no sois indeseables y no sois incapaces de ser comprendidos.
El aislamiento y la soledad ya son bastante malos. No hace falta que te avergüences tú también
Niños, adolescentes y adultos se sienten solos. En todas las profesiones hay personas solitarias. Y cada persona experimenta la soledad en diferentes momentos de su vida. No hay nada vergonzoso en una experiencia universal.
Pero entender tu experiencia de soledad puede ayudarte a disipar la vergüenza que sientes. Los tres tipos principales de soledad son:
La soledad social se da cuando no has sido capaz de construir una red social o cuando tus circunstancias han hecho que pierdas tu red social. Puede que no tengas amigos a los que acudir cuando quieras conectar.
Por ejemplo, los adictos al trabajo dedican tanto tiempo y esfuerzo a su trabajo que apenas tienen tiempo para estar con sus amigos o familiares.
La soledad emocional surge cuando se tiene una red social sana, pero falta conexión a nivel emocional. No tienes a nadie con quien compartir tus pensamientos e ideas íntimas.
Por ejemplo, puedes tener 500 “amigos de Facebook” pero carecer de una verdadera conexión con ellos.
La soledad física aparece cuando te falta la conexión física que debe complementar las relaciones íntimas.
Las relaciones a distancia plantean el reto de no estar en compañía del otro durante largos periodos de tiempo, lo que limita las relaciones sexuales y la intimidad.
Las personas que no tienen pareja pueden sentir soledad física sin abrazos, mimos y otras formas amistosas de contacto social. Incluso el mero hecho de estar cerca puede mantener a raya la soledad física.
Puede resultar incómodo hablar de la soledad, ya que la mayoría no quiere admitir que no está bien conectado.
Nuestra sociedad parece valorar ser admirado, ser popular y tener compromisos sociales constantes. Si no eres un guerrero de fin de semana, o si no hay fotos divertidas en tu Insta, ¿estás siquiera viviendo?
Tomémonos un segundo para abordar lo anormal que es la actitud de la sociedad hacia la soledad.
La sociedad ha estigmatizado la soledad para implicar básicamente que hay algo mal en ti, como una discapacidad que te impide ser un ser normal y social.
Los medios de comunicación y las noticias también presentan a las personas solitarias de forma negativa. En los titulares, puedes imaginarte ver “hombre solitario se queda sin hogar” o “señora solitaria devorada por sus gatos” Realmente, nadie quiere ser visto de esta manera.
Como ser híper-social se pone en un pedestal, los que tienen más tiempo a solas se sienten inadecuados. Como sentiríamos orgullo por tener muchos amigos, sentimos vergüenza por lo contrario.
Por todo ello, es lógico que sintamos la necesidad de ocultar nuestra soledad. Pero tenemos que trabajar para deshacernos de la vergüenza asociada a ella.
Sentirse solo no es realmente vergonzoso. Sólo la vergüenza que nosotros mismos nos construimos.
He aquí algunas situaciones que pueden hacerte sentir que tienes que ocultar tu soledad.
Espero que puedas ver cómo ocultar tus sentimientos va en contra del objetivo de conectar. Y si te das cuenta de repente de tu experiencia con la sensación de soledad, ¡nos encantaría charlar sobre lo que estás pensando!
La perspectiva de iniciar una nueva relación o amistad puede parecer desalentadora si te han hecho daño en el pasado. Así que, en aras del compañerismo, ocultas que te sientes solo y las razones por las que te sientes así. Esto bloquea futuras conexiones, porque estás ocultando tu auténtico yo.
En el trabajo, los compañeros sólo tienen que ver tu lado profesional, y los amigos sólo tienen que ver tu lado extrovertido. Nadie ve tu tristeza y tu necesidad de amor. Ocultar tu soledad puede hacer que te sientas emocionalmente solo.
Un rasgo distintivo del duelo es sentir que no se comprenden tus recuerdos, pensamientos y emociones. El dolor te hace sentir que no puedes compartir tu mundo interior con nadie, por lo que escondes esta soledad. Durante el duelo, queremos demostrar a nuestros amigos y familiares que estamos bien. Pero al hacerlo, no pedimos el apoyo y la atención que necesitamos.
Como persona introvertida, es posible que te sientas incómodo si has descuidado las relaciones sociales. Puede que te avergüence presentarte después de haber faltado tantas veces… ¡incluso de haber roto! Y es entonces cuando aparece la soledad. Empiezas a pensar que te mereces estar solo, así que ¿por qué “quejarse” de ello?
Todos estos pensamientos son comprensibles. Pero ninguno de ellos refleja una verdadera razón para sentirse avergonzado. Todos ellos muestran cómo a veces podemos mantenernos atrapados en la vergüenza de la soledad.
La lección parece ser que tender la mano es siempre la solución. Si no tienes un amigo de confianza con quien compartirlo en la vida real, siempre está Internet.
Los chats de Supportiv están disponibles 24/7, donde puedes expresar libremente que te sientes solo. Sea cual sea tu situación, te escucharemos, no te juzgaremos.
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