Idealmente, no nos sentimos ni solos ni deprimidos. Pero a veces nos sentimos uno y no el otro, o ambos simultáneamente.
Múltiples estudios han demostrado que la soledad y la depresión suelen ir de la mano. Y es posible que tú mismo haya experimentado esta relación.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre soledad y depresión? ¿Y cómo se relacionan?
Con la depresión, normalmente te sientes solo porque te aíslas, no porque no tengas a nadie con quien hablar. El aislamiento provocado por la depresión puede hacer que te sientas alejado de tus seres queridos, lo que aumenta el sentimiento de soledad provocado por la depresión.
Por otra parte, la soledad pura y simple suele implicar una falta de intimidad y autenticidad en las relaciones, lo que resulta insatisfactorio. Además, en algunos casos, la soledad se debe realmente a la falta total de personas que se preocupen por ti (si es así, estamos aquí y queremos que te sientas cuidado ahora mismo).
Cuando no se controla, el sentimiento de soledad puede conducir a sentimientos de depresión. Y al revés, sentirnos deprimidos puede hacer que nos aislemos de los demás, lo que conduce a más soledad. Como estamos solos y sentimos que no tenemos a nadie, nos deprimimos aún más.
Éste es el círculo vicioso de la depresión y la soledad. Puede que no siempre estemos deprimidos y solos al mismo tiempo. Pero es fácil que ambas reboten la una en la otra, en un bucle de retroalimentación positiva.
Puede que sientas que el ciclo de la depresión y la soledad es irrompible. Pero no todo está perdido He aquí algunas formas de combatir la soledad que también pueden aliviar la depresión:
Éste es quizá el paso más difícil e importante para combatir la soledad y la depresión. Empieza con un amigo o dos en los que confíes y, poco a poco, forma un grupo de personas que sientas que pueden apoyarte.
Estarán a tu lado cuando te sientas deprimido o perdido. No te olvides de pedir ayuda cuando la necesites.
Escribir y organizar tus pensamientos en un papel puede ayudarte a ponerte en contacto con esas emociones. Intenta averiguar por qué te sientes triste y toma nota de los acontecimientos que han sucedido a lo largo del día.
Al principio puede resultar doloroso, pero la recompensa es enorme. Ser sincero consigo mismo también le ayudará con otros pasos para superar la soledad.
Es fácil empezar a culparse por su propia soledad. Da un paso atrás y sé amable contigo mismo cuando te sientas así, porque no es culpa tuya.
Recuérdate que mereces ser feliz y que no siempre te sentirás así. Escribe una frase positiva como ésta o repítetela varias veces para aumentar la confianza en ti mismo.
Está demostrado que salir a la calle y poner el cuerpo en movimiento mejora el estado de ánimo. Puede que sientas la tentación de quedarte en la cama y desconectar, ¡pero lucha contra ese impulso!
Sentirse deprimido suele ser tanto físico como mental, así que el ejercicio puede romper el ciclo de la depresión y la soledad. Intenta dar un paseo o una excursión con amigos para que fluyan las endorfinas.
Combatir la soledad es aún más difícil cuando te sientes abatido, deprimido o confuso. No seas demasiado duro contigo mismo y busca comprensión y un oído atento.
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