De vez en cuando, vamos por la vida hasta que, de repente, un pensamiento intruso nos golpea como un camión: “¿Cuál es el sentido de mi vida?” “¿Tengo un propósito?” “¿Qué sentido tiene todo esto?” ¿Cuando todo parece absurdo, sin sentido, y no sientes que vaya a cambiar nunca? Eso sí que es combustible para una crisis existencial.
Es natural que este tipo de pensamientos aparezcan y desaparezcan, pero a menudo se filtran en lo más profundo de nuestra mente y nos abruman con desesperación y otros sentimientos negativos.
Todos somos cada vez más conscientes de la frialdad, la crueldad y la disfunción de este mundo, lo que nos lleva a cuestionarnos nuestros hábitos y valores, si tenemos algún poder para cambiar las cosas (lo tenemos) y si es posible crear el bien dentro de un sistema social tan roto.
No eres el único que se siente así, pero el objetivo es que te sientas mejor.
Para un alivio inmediato, puedes hablar con un compañero comprensivo sobre tu lucha (24 horas al día, 7 días a la semana, de forma anónima y sin juicios).
Y a largo plazo, a continuación te mostramos los pasos para superar una crisis existencial.
Una crisis existencial se produce cuando la incertidumbre o lo absurdo de la vida es demasiado para soportarlo. El peso de todo ello te envía a un abismo formado y perpetuado por sentimientos como la impotencia, la apatía por el mundo que te rodea, la pérdida de disfrute de las cosas que solían gustarte, problemas de sueño y mucho más.
Una crisis existencial puede manifestarse como cualquiera de los siguientes síntomas:
O puede parecer tu propio tipo de desesperación paralizante.
“La frustración existencial no es en sí misma ni patológica ni patógena. La preocupación de un hombre, incluso su desesperación, por la inutilidad de la vida es una angustia existencial, pero en ningún caso una enfermedad mental” – Viktor Frankl
Una crisis existencial rara vez aparece por sí sola. Suele tener su origen en algo, como un estilo de pensamiento poco útil, un acontecimiento que cambia la vida o un trauma.
Estas crisis se producen, en teoría, cuando nos enfrentamos a aspectos vagos de la existencia como la finalidad, el infinito o la mortalidad.
Pueden presentarse en forma de preguntas como:
Especialmente en el clima social y político actual, la ansiedad existencial también puede surgir desde fuera de uno mismo, espoleada por tendencias y acontecimientos sin sentido o confusos.
Las crisis existenciales pueden acompañar a problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar y el trastorno obsesivo compulsivo, entre otros. Sin embargo, la cuestión de qué causa qué sigue siendo objeto de debate.
“Hablar de nuestros sentimientos les da validez y ayuda a evitar que nos consuman”
Si alguien se siente abrumado por una crisis existencial, tiene sentido suponer que esos mismos pensamientos causan síntomas depresivos como apatía, pérdida de placer, periodos prolongados de tristeza, etc.
Pero, por otro lado, si alguien ya padece una depresión grave o algo similar, eso puede provocar sentimientos de desconexión con el mundo. Y esa desconexión puede desencadenar preguntas como “¿Cuál es el sentido de mi existencia?” e “¿Importo?”
Lo único que sabemos con certeza es que las crisis existenciales están relacionadas con la salud mental, pero aún se está investigando si son un síntoma o una causa.
Los acontecimientos vitales traumáticos, como vivir una catástrofe natural, una urgencia médica o la muerte de un ser querido, son causas potenciales de crisis existenciales. Esto también se aplica a otros acontecimientos que cambian la vida, como perder el trabajo o una ruptura desastrosa.
Cuando nos enfrentamos a tales acontecimientos, es natural dar un paso atrás y reflexionar sobre cosas como el propósito de nuestra vida o nuestra propia mortalidad. Es fácil caer en una crisis existencial
Las crisis existenciales no son algo malo.
En la vida moderna, es fácil sentir falta de empuje. Muchos sentimos que nuestros esfuerzos son inútiles, que no hay ningún factor motivador que merezca nuestra energía.
En su libro El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl, superviviente del Holocausto, sugiere que la frustración existencial a menudo puede resolverse realizando algún cambio en la vida que proporcione a la persona un sentido y un propósito más plenos.
Por suerte, todos disponemos de herramientas internas que nos ayudan a superar las crisis existenciales de este modo.
Alrededor de 1933, el filósofo Philip Zapfee propuso que el pavor existencial es algo que todos estamos abocados a experimentar en algún momento. Sugirió que, aunque las crisis existenciales son más o menos inevitables, también nos dio esperanzas.
Teorizó que cada uno de nosotros tiene herramientas internas específicas que pueden ayudarnos a combatir estos sentimientos abrumadores.
Es nuestra capacidad de fijarnos en conceptos específicos para ayudarnos a alejar los sentimientos de temor e inquietud. Podemos anclarnos a cosas como objetivos específicos, valores o relaciones. Esto nos permite encontrar sentido a los principios que rigen nuestras vidas.
El anclaje, como sugiere el término, nos mantiene enraizados y motivados ante una crisis existencial.
Suena mal sólo escribirlo así Pero se trata de nuestra capacidad para separarnos de nuestros terribles pensamientos. Tenemos la capacidad de alejarnos de las situaciones desalentadoras y reflexionar sobre lo que estamos viviendo.
Las distracciones pueden ayudarnos desviando nuestro tiempo y atención hacia otras cosas en lugar de permanecer centrados en pensamientos existenciales negativos.
Similar a la distracción, la sublimación es otra forma de reenfocar nuestra energía. En lugar de centrarnos en nuestros pensamientos, podemos dirigir nuestra atención hacia cosas que nos aporten alegría o nos den sentido.
La sublimación puede ser tan sencilla como dedicar nuestra energía a las cosas positivas de la vida o crear una salida positiva para nuestras emociones, como las artes y la literatura.
Estas herramientas se propusieron hace mucho tiempo, así que veamos también el tema desde una perspectiva más moderna. A continuación te presentamos otras herramientas que puedes encontrar dentro de ti mismo, para ayudarte en una crisis existencial.
Dedica algún tiempo a pensar por qué te sientes así. La reflexión es una herramienta poderosa que nos permite evaluar una situación y valorar cuáles son nuestras opciones para manejarla.
La reflexión puede ayudar a evaluar y comprender tus sentimientos, y a partir de ahí puedes encontrar formas de gestionar tus emociones y encontrarle sentido a la vida.
Establecer metas es una de las mejores maneras de darnos un sentido de propósito y autonomía. Intenta pensar en algo que siempre hayas querido hacer.
¿Alguna vez has querido probar a preparar un plato difícil pero delicioso? ¿Qué tal hablar con un desconocido?
Traza un plan para alcanzar tus objetivos. Esto puede ayudarte directamente a combatir esa sensación de no tener un propósito: por pequeño que sea, ¡te estás creando uno!
Como ya ha dicho Zapfee, las distracciones son una forma estupenda de alejar nuestra mente de los pensamientos negativos.
Dedica tu tiempo y energía a algo que te apasione. Si no tienes una afición destacada, reflexiona y piensa en cualquier cosa que siempre hayas querido probar pero nunca hayas tenido la oportunidad.
Hay montones de vídeos en YouTube sobre aficiones aleatorias en las que quizá nunca habías pensado. Tómate tu tiempo para explorar y encontrar algo que te guste.
Es difícil enfrentarse a estos pensamientos por uno mismo, así que tómate tu tiempo y expresa tus preocupaciones a un amigo o familiar de confianza.
Hablar de nuestros sentimientos les da validez y ayuda a evitar que nos consuman. Y los demás pueden incluso echarte una mano para ayudarte a superar una crisis existencial
Hacer frente a una crisis existencial no es fácil, pero espero que ahora estés preparado para manejarla mejor que antes.
Si alguna vez sientes que tus pensamientos están pesando demasiado sobre ti, ¡no tengas miedo de iniciar un chat en Supportiv! Pulsa el botón Coral Chat Now, escribe un pensamiento y podrás hablar en menos de un minuto.
Siempre estamos aquí para hablar 24 horas al día, 7 días a la semana, y podemos ofrecerte un oído atento, sea lo que sea lo que te ronda por la cabeza.
Para obtener asistencia anónima de igual a igual, prueba un chat.
Para organizaciones, utilice este formulario o envíenos un correo electrónico a info@supportiv.com.
¡Nuestro equipo estará encantado de ayudarle!